martes, 7 de noviembre de 2017

No es un bulo: el móvil emite ondas perjudiciales

Médicos, ingenieros, biólogos y físicos han firmado la Declaración Internacional de Madrid para que las autoridades regulen las emisiones de los móviles, redes wifi y otros dispositivos.

Manuel Núñez

Existen evidencias de que las microondas utilizadas por la telefonía móvil y las redes wifi, y otros tipos de contaminación electromagnética, producen efectos perturbadores sobre el organismo humano.

Esta es la conclusión de los expertos españoles que firmaron a finales de septiembre la Declaración Científica Internacional de Madrid, que insta a las autoridades sanitarias a mejorar las medidas legales para proteger la salud pública frente a las radiaciones electromagnéticas.

La declaración pide aplicar la Resolución 1815 de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, votada por España, pero nunca realmente adoptada, para reducir los límites de exposición electromagnética en la población sin afectar a la cobertura de telecomunicaciones.

Los especialistas, reunidos en la Real Academia Nacional de Medicina, denunciaron que las radiaciones de antenas y teléfonos móviles e inalámbricos, redes wifi, monitores para bebés, así como los campos electromagnéticos de muy baja frecuencia (ELF-EMF) creados por instalaciones eléctricas, producen un “indiscutible impacto sobre la salud pública”. Por ello es imprescindible y urgente realizar cambios en la legislación e informar sobre los riesgos a la opinión pública.

Efectos sobre la salud del móvil y redes wifi

La doctora Elizabeth Kelley, directora de la comunidad científica Emfscientist.org, promotora de un llamamiento realizado por 240 científicos a la ONU y la OMS, señaló que "miles de estudios documentan que los dispositivos inalámbricos están relacionados con estrés celular, aumento de radicales libres, cambios en el sistema reproductivo, daños en la memoria y el aprendizaje, trastornos neurológicos, daños genéticos y cáncer”.

Olle Johansson, médico en el Instituto Karolinska (Suecia), unos de los centros de investigación más prestigiosos del mundo, que concede los Premio Nobel de Medicina, habló del efecto pernicioso de las radiaciones electromagnéticas sobre la glándula pineal, relacionada con el control de los relojes biológicos. El sueño se altera y, a medio y largo plazo, contribuye a desarrollar trastornos severos como diabetes tipo II, alzhéimer, parkinson y cáncer, según el catedrático en fisiología Darío Acuña.

Los daños se acumulan

Emilio Mayayo, catedrático de anatomía patológica, destacó que los efectos de la contaminación electromagnética son acumulativos y que existe una gran variedad de respuestas individuales. Los síntomas pueden ir desde las dificultades respiratorias a los dolores de cabeza o musculares, sensación de debilidad, eccemas o alteraciones neurológicas.

En este sentido, Raúl de la Rosa, técnico en riesgos laborales, resaltó las dificultades de las personas electrosensibles para acceder a lugares públicos e inclusive a sus propias viviendas, ya que requieren de espacios libres de radiaciones o “espacios blancos”.

En la jornada, organizada por la Fundación Europea de Bioelectromagnetismo, presidida por el doctor José Luis Bardasano, intervinieron otros expertos como el ingeniero José Manuel Amaya, que llamó la atención sobre la necesidad de humanizar el desarrollo tecnológico para “no generar más problemas de los que resuelve”, o el físico y biólogo Juan Álvarez-Ude, que describió con detalle cómo los campos magnéticos alteran las moléculas que intervienen en los procesos fisiológicos.

Es necesario reducir la potencia de antenas y móviles

A la luz de todos los problemas causados por las radiaciones electromagnéticas, los firmantes de la Declaración Internacional de Madrid exigen a las autoridades sanitarias que se establezcan unos niveles máximos de exposición en interiores a 0,1 µW/cm2, límite que disminuiría gradualmente hasta 0,01 µW/cm2. Este límite está muy por debajo del permitido por la actual legislación.

En cuanto a las emisiones de antenas de telefonía, se recomienda aplicar el principio de precaución ALARA, “tan bajo como sea razonablemente posible”.

Solicitan asimismo que se cumplan el resto de puntos de la Resolución 1815, como los que se refieren a la necesidad de proteger a los niños, a los jóvenes en edad reproductiva y a las personas electrosensibles.

En este sentido, la conferencia internacional sobre la tecnología inalámbrica en las escuelas, celebrada en Reikiavik el pasado mes de febrero, hizo un llamamiento para que se evite el uso de móvil y las redes wifi en los centros educativos, estableciendo como norma el acceso a internet por cable.

El abogado Alberto Arrate explicó en su conferencia que “no se entendería que España haya votado y apoyado esta resolución del Consejo de Europa y que no la aplicara”. El ingeniero en telecomunicaciones y sociólogo Pedro Costa, Premio Nacional de Medioambiente, concretó que “técnicamente es posible la reducción de los niveles de exposición”, pero que la industria ha preferido camuflar las antenas ante la preocupación ciudadana.

La Declaración de Madrid se encuentra en la misma línea que el reciente llamamiento realizado por más de 180 científicos a la Unión Europea para que se establezca una moratoria en el despliegue de las redes 5G, que significarán una multiplicación en la potencia de las emisiones de microondas.

Referencias

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